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Cómo Perdonarnos a nosotros mismos
Pintada de corazon

En nuestra sociedad vivimos con una carga gigante de culpa inconsciente.  Existe en el inconsciente colectivo una idea de perfección que baña todos los ámbitos de nuestra vida. De esta idea de perfección derivan tareas o deberes que todos debemos seguir e intentar cumplir para poder sentirnos dignos integrantes de nuestra sociedad. 

 

¿Deberes cómo cuáles? Debemos ser buenos padres, buenos hijos, buenos estudiantes, buenos profesionales, buenos amigos. Debemos comer sano, hacer ejercicio, ser responsables, compasivos, generosos, y así la lista podría llegar a ser casi interminable.

Mientras más perfeccionista es la persona, más carga lleva sobre sus hombros. Pero ¿qué entendemos por ser buenos? 

 

El ser bueno en algo, será para cada persona algo un poco diferente, dependiendo de su crianza, sus valores, sus creencias, su conocimiento, su cultura y su propia personalidad.  Para una persona, ser un buen profesional, podría significar ser: honrado, eficiente, responsable, cumplir las normas y realizar su función de la mejor manera. Para otra persona, ser un buen profesional podría significar ser ambicioso, estudiar y aprender continuamente, ascender y hacerse un "nombre". 

Cada uno de nosotros creamos mapas mentales que nos permiten significar la realidad de una manera determinada. Por lo que podemos tener diferencias en cuanto a nuestra forma de interpretar el mundo. Pero todos compartimos la idea inconsciente de que nuestra forma de ser no es la mejor y por ello debemos intentar alcanzar nuestra imagen idealizada de cómo deberíamos ser.

De esta forma, comenzamos a generar culpa cada vez que nuestro "Yo" no calza con nuestro "Yo idealizado". Por ejemplo: No deseamos hacer algo. Si decidimos escucharnos y no hacerlo, lo más probable, es que sintamos que defraudamos a otro, que molestamos a otro o que lo desilucionamos, en mayor o menor grado. Entonces para que nuestra imagen idealizada siga intacta, decidimos ir en contra de nosotros y hacer lo que no deseamos, de todas formas. Este comportamiento nos puede generar diversas emociones negativas, tales como: rabia, impotencia, ansiedad y culpa inconsciente.

En el caso de que en este ejemplo decidiéramos no hacer lo que se nos pide, deberemos enfrentarnos directamente con nuestra culpa de no ser quienes nosotros deseamos ser y/o no ser quienes otros pensaban que eramos.

En ambos casos la culpa está presente. En el segundo ejemplo, la culpa es más evidente porque sabemos que estamos incumpliendo las expectativas que tanto otros como nosotros mismos nos hemos impuesto.  

 

En el primer caso y de manera más inconsciente la culpa la sentimos por ir en contra de nuestros deseos. Nos puede dar rabia, por ejemplo. Y esa rabia la podemos proyectar hacia el otro, podemos culpar al otro de habernos hecho hacer algo que no queríamos. Pero en el fondo, nuestro inconsciente sabe que fuimos nosotros quienes nos obligamos y que la culpa y responsabilidad es nuestra.

Entonces ¿cual es la alternativa para aliviarnos de la culpa inconsciente y entrar a un estado de paz?

Una muy buena alternativa es el perdón. ¿Y que es lo que hay que perdonar? Podemos perdonar todo, pero principalmente debemos perdonarnos a nosotros mismos.

¿Perdonarnos por qué? Por que sin saberlo nos hacemos daño. Cada vez que vamos en contra de nuestros propios deseos por complacer a otros, nos herimos. Cada vez que llevamos nuestras fuerzas al límite para cumplir con la imagen que tenemos de lo que es ser una buena persona, nos maltratamos. Cada vez que, no aceptamos nuestra rabia, nuestros miedos y los ignoramos y bloqueamos para mostrarnos como personas positivas y sin problemas, estamos rechazando una parte fundamental de nosotros.

¿Cómo podemos perdonarnos? Una manera es aceptar que la mayoría de las veces desconocemos la razón inconsciente de por qué sentimos y actuamos como lo hacemos.  Tomar consciencia de que cada vez que culpamos o juzgamos, ya sea a nosotros mismos, a otro, a una situación, o una emoción, en lugar de sanar y contribuir a nuestra paz, generamos una culpa aún mayor.

Aceptarnos tal cual somos, no significa resignarnos, significa dejar de rechazar los aspectos nuestros que no deseamos.  Es decir a pesar de que mi "Yo ideal" muchas veces no concuerda conmigo, aun así me doy cuenta de que estoy haciendo lo mejor que puedo, y lo mejor que sé con la energía y con la información que tengo en todo momento. 

¿Y tú que aspectos crees que necesitas perdonar?

Por Karina Martínez C.

Psicóloga y Terapeuta Floral

Si te interesa este tema, puedes realizar alguna de las meditaciones para perdonar que están aquí abajo.

 

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